ALVARO CARUNCHO: HUMOR

datos biográficos

Estudios en la Escuela de Artes de La Coruña.

Realiza su primera exposición individual en la galería Richelieu de Madrid, participando y realizando desde entonces diversas muestras , tanto en España (L a Coruña, Vigo, Santander, Pontevedra, León, Oviedo, Barcelona, Granada, Santiago, Orense, Valencia, Valladolid, Almería, Pamplona...) como en el extranjero (Venezuela, Portugal, Inglaterra, Italia, Austria, Holanda...).

En 1975 viaja a Grecia a recoger la madalla y placa de plata que obtiene en la "International Cartoon Exhibition of Atenas", publicándose dibujos suyos en diferentes paises del mundo como Grecia y Libano.

En 1999 es seleccionado para participar en le "II Bienale Internazionale dell Arte Contemporánea de Florencia", Italia.

En 2001 expone en Portugal en Euroarte/Porto Capital Europeia da Cultura.

En el 2006 participa en la "10th Art International fair for Contemporany Art Innsbruck", en Austria, y en la "Holland Art Fair 2006".

En el 2008 bajo el título "5 creadores de los 70" expone en la Casa de las Artes de Vigo, y en la Fundación Mª José Jove de La Coruña, en la muestra "80 obras de artistas coruñeses".

En el 2009 lo hace en la Fundación Torrente Ballester de Santiago bajo el mismo título de "5 creadores de los 70".

TEXTOS

Alvaro Caruncho tiene una jaula en el estudio con un pajarito de cartón que mueve el pico cuando tiras de una cuerda; algunas veces el pajarito sale de la jaula y se posa en un lienzo, y Alvaro lo deja estar. Otras veces es un gato, o algo disfrazado de gato, que sale de detrás de una cortina y se mete en el cuadro. O alguien que estaba en una fotografía familiar, o en otro cuadro, quizá un antepasado con camisa de cuello almidonado y leontina, quizá una damisela con mariñaque; el pintor los acomoda en el lienzo, siempre pulcramente coloreados, y después sale a pasear. Ahora ya no se sale de paseo, se sale al banco, a arreglar unos papeles, de compras, o en todo caso, "a dar una vuelta", se sale incluso "a correr", que ya es el colmo. Para que se entienda bien, Alvaro Caruncho es un pintor que jamás saldría a la calle con chandal y una cinta en el pelo; entre otras cosas porque luce una expléndida calva y un porte de señor incompatible con esas modernidades.

Cuando el pintor va de paseo por La Coruña, la ciudad incorpora un elemento más a su carácter liberal y abierto, y es una pena que ya no se lleven los sombreros para saludarlo levantando el propio cuando uno se lo cruza por la acera. Cada forma de caminar tiene su modo de ver el mundo, y cuando "se pasea", el mundo tiene que ser muy diferente que cuando se va en coche atosigado por los atascos, que es otra forma de "andar" muy contemporánea, o corriendo en calzón corto y zapatillas detrás del autobús. paseando puedes encontrarte con una "menina", con el bufón Calabacillas, con un ángel descolgado de algún retablo, o con un gaitero que va para Santiago a tocarle algo a D. Manuel. El pintor los saluda, charla con ellos, y si se tercia, se toman un vino y unas patatas fritas. Así, vistos desde lejos parecen unos ciudadanos normales tomando un aperitivo, comentando cosas de la vida, el tiempo, las obras del tranvía, o el último dislate municipal, pero uno es Alvaro Caruncho en su ejercicio cotidiano de descubridor de seres imaginarios, y el otro es un ciudadano que trabaja en el catastro por el día, y por las noches ejerce de eunuco en un harén clandestino. Al pintor le gusta hablar con esos personajes que habitan las ciudades gallegas como si fueran invenciones de Cunqueiro o de Cela, escuchar sus cuitas, casi siempre mal de amores, historias de cuernos y revuelos de alcoba no correspondidos, para luego contárnoslas en colores y sin prisas.

Alvaro Caruncho es un pintor de historias, que no de Historia, ni tampoco "literario", sino a la manera de Chagall, o de Picasso, o de tantos colegas gallegos que gustan poner en la pintura algún suceso que dé forma a los colores. El cuenta lo que ve y lo que escucha, aunque no lo parezca, es un pintor realista; naturalmente, el no tiene culpa de que usted viva en otro mundo donde los gatos no sonrien y el señor del catastro por las noches se limita a roncar al lado de su señora (de la suya, no de la de Alvaro). Si usted viviera en una habitación llena de papeles y de tubos de pintura y de cuadros habitados por personajes "pintorescos", con un pajarito de cartón en una jaula, y se pasara muchas horas hablando de colores, a lo mejor cuando se asomara a la ventana vería a la señorita de la mercería con el pelo azul cobalto, y la cara de un naranja cadmio o de un amarillo limón, y eso, junto con los paseos por La Coruña, donde aún puede uno encontrárse con el fantasma de Julio Camba, o con el pintor Abelenda (con el que compartiera páginas en "La Codorniz), además de los ya dichos bufones de paso por "provincias" y gaiteiros con cara de ángeles barrocos, a lo mejor, entonces, comprendería que ese mundo también está ahí, detrás de los humos urbanos y de los prosaicos grises que impone la rutina cotidiana.

Alvaro Caruncho es un pintor que se pone una bata blanca de boticario para pintar, y mientras pinta escucha cantar al pajarito de papel y las historias que le cuenta el gato, o lo que sea, que se esconde detrás de la cortina. Es un pintor al que le gusta construir espacios con el color, y ya sea con el pretexto de ordenar unas botellas y unos vasos, o de hacerle sitio al payaso acróbata que acaba de llevarse a casa después del último paseo; o incluso aunque esté montando una verbena con canes procaces y princesitas lánguidas, nunca los colores han de perder el buen sentido y colocarse al albur de los instintos, que una cosa es dar fe de lo infrahumano y otra caer en el delirio. Alvaro Caruncho es un pintor metódico, quiere decirse que además de la bata blanca para pintar, y los colores sabiamente repartidos por el lienzo, se pasa el día transcribiendo a líneas esa realidad "otra", con el lápiz o el bolígrafo en un trozo de papel, y se trabaja su obra con esmero, desde las primeras notas que le dictan sus estrafalarios contertulios, hasta la última pincelada. Por cierto, que esos dibujos constituyen una parte esencial y muy valiosa de ese mundo, precisos y preciosos, y es una pena que en este pais todavía se valore el arte como si fuera ganado (caballo grande, ande o no ande). y son tantas las carpetas de dibujos que van creciendo en su estudio, amontonadas por todas partes, que pronto no le quedará espacio para trabajar y tendrá que meterse en uno de sus cuadros, con el pajarito y con el gato. En realidad ya lo hace, esa es la verdad, Alvaro Caruncho habita en sus pinturas, entre azules cobalto y verdes esmeraldinos, rojos cadmios y amarillos de luna llena, costruyendo espacios de luces imposibles, donde no existe el tiempo que marcan los relojes y todas las princesas se parecen a Rosa y la vida puede resultar extraordinaria a poco que te atrevas a mirar detrás de la cortina.

JORGE LLORCA

"No es fácil hallar un contenido tan riguroso de pintura pura, de color rico en vibraciones fulgurantes y de trazado expresivo de la linea ,como en la obra de Caruncho.

Pintor existencialmente gallego y universal, su expresionismo hace guiños al tiempo.

en sus lienzos, entra y sale la historia de la mano de unos personajes grotescos que burlan con su escepticismo, tragedia y melancolía."

ROSA MARTINEZ DE LAHIDALGA

"Alvaro Caruncho está en la linea de los mejores dibujantes que modernamente podemos considerar como epígonos de Dix o de Münch.

pero en el óleo, desarrolla unas facultades inéditas. Quiero decir que sus representaciones pictográficas, que se resuelven casi siempre en azules y rojos como en síntesis picassiana, adquieren su climax artístico nimbados de de una especie de surrealísmo humanizado.

Parece que la sombra de Bacon, anduvo rondando en algunas de sus creaciones casi teratológicas, pero mostrando la otra cara hominizada por el sentido solidario que Caruncho tiene con el hombre."

FERNANDO MON

"Aspectos de lo real y del ámbito de lo psíquico se suman a la obra de Alvaro Caruncho ahondando en los niveles del ser humano, quizás para destacar en ellos y simbolizar lo que es más chocante, lo ridículo y hasta lo absurdo.

No sólo lo que ve a su alrededor, en la calle, en la cotidianidad y que es susceptible de ironía es objeto o motivo de su trabajo;también personajes de la historia, artístas del pasado son elementos de revisión y de reinterpretación, desde la optica y los parámetros de la cotidiana contemporaniedad y sirven en ocasiones para esa relectura a través de un hipotético traslado a aquellos momentos.

"La provocación es un componente importante en su obra; ésta se ofrece en si mísmacomo el resultado de una serie de aptitudes por parte del artista y la observación, la ironía, la discreta mirada de quien contempla el mundo con una cierta dosis de serenidad y de distancia, constatando la crónica social y política del día a día."

PILAR CORREDOIRA

"La evidente imaginación de nuestro artista justifica un dibujo siempre seguro y definidor de formas extrañas, con esa fuerza y credibilidad que tiene la mirada caricaturizadora de Caruncho, quien xcontempla su trabajo con una alegría de colores que parece extraer de los más significativos fauvistas una razón imposible pero, en cualquier caso, dando lugar a unas formas intensamente vivas, con un indudable sentido de la modernidad."

JOSE MANUEL GARCIA IGLESIAS

"Alvaro Caruncho, trovador de sueños imposibles, de fantasías llenas de historias con nombre propio, ora críticas, ora líricas, pero siempre geniales. Vuelve a encantarnos a través de sus colores, tan fantásticos como reales: amarillo limón rojo intensísimo, azul prúsia,verdes infinitos... Todos ellos dan la vida, porque realmente son la esencia de la sala que inundan y de los personajes que determinan. Unos personajes danzantes que desafían al ingenio, que se dirimen entre notas expresivistas y la ensimismación de uno ojos siempre profundos, cargados de una emotividad se diría distante, percibida en otro tiempo o quizá en otro plano más allá del real.

En este sentido, sus extravagantes féminas se funden en trazos y campos cromáticos que no entienden de perspectivas académicas, sino que participan de la libertad mejor estudiada, la de años y años de trabajo serio y reconocido."

SELA DEL POZO COLL

"Konrad Fiedler, creador de la teoría de la visualidad pura, afirma que laobra de arte es la conciencia artística misma; tal como llega, en casos individuales, al desarrolo que en el individuo puede alcanzar. Alvaro Caruncho desarrolló esa conciencia artística. Y sin abandonar su mundo, con existencia dentro o fuera de él, le votorga otra categoría al expresarlo a través de la pintura. Se descubre en Caruncho una gran capacidad colorística.Un cierto placer en los rojos y azules intensos, con facultad para lograr matices ue, sedientos, crean luz.

Declaro que me apasiona el rojo. Y gozo con deleitación de los azules. Preo sobre ellos y sus logradas calidades, considero justo destacar unos blancos, hechos blusa a manera de jubón, delicadamente matizados en gradaciones, fundiendo levísimos azules, sienas y bermellones exangües que se pierden en amplia y hermosa curva femenina.

Ciertamente el color se vincula a las formas creadas por la fuerza imaginativa, o fantasía que es lo mismo, desarrollada por Caruncho. Y es esa propia fantasía colaborando o al servicio de madurada tecnica, el que conjuga esas formas, distintas y distantes a las acusadas por nuestros ojos, con el color. Y las reune en alegre y jugosa armonía, buscando su propia y esencial expresión.

Otro aspecto es la superposición de planos, entrecruzados a veces, para buscar, sobre la posible perspectiva, el espacio preciso y capaz de ser habitable por esas serenas y deformadas figuras, tan propias y características del mundo real esistente sobre la propia existencia, la sensualidad y el espíritu crítico de Alvaro Caruncho quiien por evolución y desarrollo de su conciencia artística, se manifiesta con autenticidad a través de la pintura."

LAUREANO ALVAREZ MARTINEZ

"Se sirve Alvaro Caruncho de una caligrafía muy personal y de un color personalísimo -ya de antiguo acuñados y, por lo tanto, reconocibles con la marca "Caruncho"- para someterse a la naturaleza, a las reglas de una distorsión en la que prima una amable ironía o una poética de lo disforme. La realidad es amplia, extraña, misteriosa, satánica; brinca ante sus ojos como un trasno riente de múltiples facetas y el pintor la "caza", la aprehende, también como puede, a través de sus formas, color, igualmente riente, alegre, y de restellante cromatismo."

ANXELES PENAS

"La obra de Caruncho, rezuma una satírica pero tierna ironía. La temática que mejor refleja su carácter gira en torno a la figura humana, preferentemente de la mujer. Cada uno de sus cuadros es el resultado de numerosos dibujos previos, bocetos creados con extraordinaria soltura, propios de un dibujante agudo e inteligente. El lenguaje de su particular universo plástico se fundamenta ante todo en la expresión de los personajes, unos individuos de anatomías sólidamente distorsionadas, en las que unos colores desnaturalizados, vivos y contrastados, constituyen el armazón de su pintura."

MARTA GARCIA-FAJARDO

"Hace muchos años, claro, en plena juventud, Alvaro dibujaba para "La Codorniz". Desde entonces, Alvaro no dejó de dibujar y de pintar y comenzó a usar unos colores vivos, atrevidamente puestos uno junto a otro. Predomina , es cierto, la paleta, pero debajo está un dibujo seguro que Caruncho domina desde hace mucho tiempo. Los personajes que ocupan cada óleo se han crecido y enriquecido, mujeres, payasos, gatos, ángeles, y hasta alguna pareja de perros que se solaza... todo un mundo lleno de vivacidad y movimiento.

El estudio en el que el pintor se enfrenta al caballete y el lienzo es de una gran luminosidad. Ahí traslada la imaginación que ronda en su mente. Hay fantasía, reflexión y recreación de todo un cosmos."

JOSE ANTONIO PARRILLA

"¿Pintura figurativa, expresionista o de humor?. Porque clasificarla. Es pintura seria, importante en la que a veces hay ironía. ¿No es irónico Goya?. El artista necesita expresar trozos de su realidad, vivencias y sobre todo color... Azules bellísimos que estremecen como el cielo de la iglesia de Auvers de Van Googh. Azules transparentes como vitrales o profundos y grises como el mar. Poseidos por el azul solamente lo interrumpe con fuego (naranja o bermellón) para iluminarlo.

se recrea en los personajes femeninos, para él la mujer es más plástica que el hombre. seres picassianos, rostros familiares, no hay un tipo de mujer, son infinitos. Para Alvaro Caruncho lo esencial es la expresión de la mirada, ojos burlones, tiernos, resignados, las bocas desaparecen, nunca son amargas."

MARIA ROSA GOMEZ DE SANZ